lunes, 25 de enero de 2010

Entre nubes moradas de tortuga

Tengo un teclado en los dedos, unos dedos en la cabeza y una cabeza en las nubes.

Las nubes se convirtieron en tortugas moradas el día que Michelle abandonó su casa. Desde ese día la casa de los Lapierre pasó a llamarse la casa abandonada y no era distinta a toda casa envuelta en hiedra característica de cada una de las aldeas del valle.

La hiedra trepa por mi balcón, mi balcón vuela sobre un precipicio de cascadas de almíbar, y el almíbar ahoga los melocotones de mi bañera.

La bañera de Michelle era redonda, casi tan grande como la piscina de la señora Rougeaux. En ella se había ahogado su hermano Jean Auguste cuando buceaba para encontrar su velero hundido y la mano se le enganchó a la cadena que sujetaba el tapón del desagüe.

Desde el desagüe de mi fregadera Jean Auguste suplica ser rescatado con voz de tubería, las tuberías se anudan en lazos y los lazos despistan a las ratas.

Las ratas roen la conciencia de Michelle,pero Michelle no sabe que Jean Auguste no murió. Michelle no sabe que Jean Auguste navegó en su velero por los difíciles mares de las cloacas y fue a parar a un lago de bronce que por la noches brilla como un medallón en simbiosis con una luna siempre llena.

La luna llena tiene cara de mujer bondadosa en mi ventana, mi ventana llama a la puerta y tras la puerta: Michelle.

Es Michelle con su maleta verde. En ella guarda un par de medias, medio par de libros y un velero de juguete. Dice que en la mansión de los Lapierre hace mucho frío y se sienta junto a la lumbre. Veo un velero convertirse en humo y navegar entre nubes moradas de tortuga mientras huye por la chimenea.

En un lago de bronce, muy muy lejos, Jean Auguste se prepara para hacer frente al fuego enemigo de los piratas mientras las lágrimas de Michelle apagan la lumbre mi cocina.

Tengo los dedos fríos por un teclado que ayer se me perdió en la nubes (en las nubes moradas de tortuga)

3 comentarios:

Ainara dijo...

Precioso
Estoy enamorada de las citas en negrita

Sergio Rejado Albaina dijo...

simplemente genial, zuri, te superas en cada nuevo texto tuyo que leo...

Pollokongrio02 dijo...

Le leí hace tiempo.

Sigue fresquito.

Y uqé rico está.