miércoles, 12 de noviembre de 2008

-Cazamoscas-

¿El hombre es libre?... El hombre es relativo, y la libertad, tres cuartos. La belleza y la verdad según dicen, también. De la verdad, no hay discursión, es relativa. De la belleza no estoy tan seguro. Porque todos somos iguales a los ojos del de arriba por lo tanto o todos somos bellos o afeados. Los más bellos hay que decirlo, son los bebes, que no ven por lo enamorados que están de cuanto descubren y les rodea, hasta que enfocan, y al verse, como Narciso, dejan de enamorarse, empiezan a ver y se enamoran de sí mismos y ya no ven la belleza que les rodea. Tan solo se ven a si mismos y así, empiezan a afearse. Y por eso morimos.
Conclusión todo es relativo.
Se dice que una mosca tras haberse estrellado 378 veces contra la ventana del bar de la esquina y agotada por su ardua tarea decidió posarse en una mesa a descansar. Y se cuenta que la mosca quedose dormida y en su ensoñación soñó que era y se creó en su propio sueño a sí misma junto a todo lo que le rodeaba:
Marisa, la vecina pechugona del 5º de la C/ D. Eufrasio, el cupón premiado abandonado en la acera esperando a que algún afortunado se fije en él, el pañuelo con olor a canela de la anciana que pide limosna en la entrada de la panadería… En fin, todo.
Bueno, se dice que cuando una mosca se percata, piensa y sueña con su existencia y con cuanto le rodea, se crea en su ensoñación todo con su justa relatividad. Así, mientras la mosca sueña, sueña con su sueño y con su existencia y mientras yo escribo o usted lee, la mosca observa en su ensoñación como yo escribo y como usted lee.
Pero, llegó un momento en el que D. Alfonso sentose con el café y el periódico en la misma mesa que la mosca soñaba y que al verla le dio un nosequé y embrolló el periódico y dispúsose a golpearla para acabar con ella pero, no se percató de que la mosca observaba en su sueño como D. Alfonso dispúsose a acabar con ella y con todo.
Con el estudiante de medicina que esperaba al fontanero porque no funciona el agua caliente, con el olor a pan recién horneado… En fin, con todo.
Por ello, si D. Alfonso aplasta a la mosca todo el universo de su ensoñación desaparecerá junto con su propia existencia: Ya soñada, ya relativamente real.
Y como ya he explicado, cuando una mosca sueña con su existencia y con cuanto le rodea, se forma una entrada relativa entre todo, y así somos creación de un cerebro de mosca y de forma inversa al proceso de creación de nuestro universo, D. Alfonso puede acabar consigo mismo y con todo al aplastar a la mosca que sueña con su propia muerte con Marisa, D. Alfonso, el olor a pan recién horneado, el pañuelo con olor a canela, un servidor, el estudiante, la C/ D. Eufrasio, usted estimado lector… En fin, con todo. ¿Quién le a dado permiso al grosero D. Alfonso para acabar con todo el universo? Ahora mismo podríamos desaparecer de la ensoñación de una mosca y así esfumarnos como el humo del cigarrillo de ese futuro genocida.
Por eso, disfrute del pan recién horneado, juegue en los columpios en vez de estar preocupado por si el crío se hará daño o no. Hágase usted daño y que el crío se preocupe por usted. Regale una rosa a una chica con sonrisa de canela, miré todos los cupones tirados por la calle, no le dirija la palabra a D. Alfonso. ¡Menudo grosero¡
Baile consigo mismo al son de la sinfonía de un grupo de grillos borrachos de Anís mientras, un bebe en su bella ceguera disfruta de su danza antes de afearse pero, sobre todo, ¡Cace moscas!, por si acaso.

Nunca se sabe que pueden estar soñando.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿ Y que dice usted de aquel que un día se quitó el sombrero y al posarlo sobre la mesa atrapó bajo él una mosca que soñaba con escapar de él?