miércoles, 17 de febrero de 2010

-No más estrellas.-


Anoche pasaron por la televisión a Audrey Hepburn fumando en una boquilla tras el reflejo de un escaparate.

“Bogart hubiese preferido piruletas a Rubios en Casablanca.” Dijeron los de arriba.

Se permite fumar.

Yo no fumo pero lo que me mata, es que me lo prohíban.

Todos ellos, todos, saben lo que les espera. ¿Cuál es el problema? ¿Acaso es una nueva forma de combatir a la eutanasia?

“La juventud” Arguyen otros. Como si fuese una razón de peso.
Eso no acabará con nosotros, con nosotros acabará que estando gordos, calvos y posicionados se nos siga tratando como críos, prohibiéndonos chucherías.

De algo hay que morir, no se puede vivir por siempre con el miedo del dolor de los años.

Digo esto porque no fumo.
Digo esto porque todavía se me permite compartir mis pensamientos liados en pedacitos de papel.
Todavía no se ha demostrado que el café mate. Dadles tiempo, pronto leeremos:

Se prohíbe pensar porque me impide controlarte.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Y esto David?
¿¡VIVA EL EPOC!?

Ben dijo...

que buen punto de vista.
deberían prohibir fumar los dueNos o los consumidores de los bares. no el estado o mejor dicho la UE. es un poco exagerado. y en algunos bares se pierde una parte del ambiente

Anónimo dijo...

y de los pulmones, también se pierde una parte de los pulomones Ben...

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con las ideas del texto,si bien yo no soy fumadora.
He pasado toda mi niñez y juventud tragando los humos de aulas grises y en niebla como London...
Creo que cada ser humano tiene derecho a aferrarse a los vicios que más le gusten:café,tabaco,leer,pensar
charlar sin que el Poder Superior,alias Estado,se lo prohíba