La metropoli a las 6 de la mañana. Un hombre y su gorra de baseball verde pegan carteles.
Los carteles rezan: “¿Alguien ha visto a este hombre? (foto) Se llama James Dameson. Cualquier información llamen al…”
Un mes después misma hora. Mismo lugar.
Los carteles dicen: “Urgente. (foto) Cualquiera que haya visto, haya creído ver o tenga alguna información sobre James Dameson, llame rápidamente al…”
Un mes más tarde. Mismas circunstancias.
Los carteles chillan: “Cuestión de vida o muerte. (foto) ¿Sabe alguien algo de James Dameson? Llamar al…
Un edificio de la metrópoli. 6 de la tarde. James Dameson se quita la gorra de béisbol, deja la cinta aislante y mira al teléfono con desengaño. Espera. Suspira. Abre el cajón. Abre la boca y aprieta el gatillo.
Silencio. La metrópoli duerme.
Los carteles rezan: “¿Alguien ha visto a este hombre? (foto) Se llama James Dameson. Cualquier información llamen al…”
Un mes después misma hora. Mismo lugar.
Los carteles dicen: “Urgente. (foto) Cualquiera que haya visto, haya creído ver o tenga alguna información sobre James Dameson, llame rápidamente al…”
Un mes más tarde. Mismas circunstancias.
Los carteles chillan: “Cuestión de vida o muerte. (foto) ¿Sabe alguien algo de James Dameson? Llamar al…
Un edificio de la metrópoli. 6 de la tarde. James Dameson se quita la gorra de béisbol, deja la cinta aislante y mira al teléfono con desengaño. Espera. Suspira. Abre el cajón. Abre la boca y aprieta el gatillo.
Silencio. La metrópoli duerme.
2 comentarios:
Pero no hay balas, es una pistola de agua, de agua de cloaca, de cloaca enterrada en la metropoli.
Y no hay carteles, son escaparates, escaparates de vidas autómatas creadas por la metrópoli para su propia supervivencia.
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